La vida es comunicación, los animales y muchas plantas se comunican mediante vibraciones. Se comunican los individuos de una especie, entre especies, con su entorno. Un paisaje sonoro es el resultado de todas las vibraciones, de todas las frecuencias, tanto las que podemos oír como las que no nos resultan audibles.
Un paisaje sonoro, con sus biofonía y antropofonía, es pues el reflejo de la diversidad del medio, del estado de salud del ecosistema.
A Eloïsa Matheu le interesa la comunicación acústica de los animales y el sonido de la naturaleza. Ha grabado desde las estridulaciones de los insectos hasta los cantos más finos y elaborados de las aves y ha ido creando con los años una amplia librería de sonidos de animales y paisajes sonoros.
Actividad para todos los públicos.
Inscripción previa (25 pax). COMPLETO